divendres, 27 de maig del 2011

Yo no sé cómo describir lo que he vivido hoy... no tengo palabras para expresar tanta indignación, no sé cómo reaccionar ante personas como yo que, parapetadas detrás de un uniforme, una porra y una pistola se ponen delante de mí y de mis hermanas y me amenazan...



Afortunadamente, para lo que sí me sobran palabras es para describir la solidaridad, la convivencia, la convicción, el compañerismo, el idealismo, la utopía, la razón, la resistencia pacífica, el orgullo de ver a mi alrededor a gente como yo, sin pistola, sin uniforme, sin pancartas, cargada de palabras y de razones... gente como yo que dice basta, hasta aquí... No somos violentas, no queremos enfrentarnos a nadie, luchamos por nuestra vida, las de nuestros hijos, las de los vuestros... Los derechos que nuestros abuelos no tenían, los derechos que les debemos a nuestras madres y padres. Ni un paso atrás.



Hemos perdido el miedo. Somos millones y el mundo es nuestro.